El primer paso para implementar un sistema de inventario con códigos de barras que funcione bien consiste en crear los códigos de producto a través de un Código de producto universal (UPC), una unidad de mantenimiento de stock (SKU) o del código UNSPSC® (Código estándar de productos y servicios de las Naciones Unidas).
Obtener un UPC es muy sencillo: basta con registrar el producto como Estándar global 1 (GS1) y se obtendrá un código de empresa único, lo que será muy útil para realizar el seguimiento de los productos en todo el mundo. Contar con un UPC ayuda a prevenir los robos, ofrece a los clientes la posibilidad de acceder a información sobre un producto por Internet y mejora la gestión del inventario.
Los números de SKU se pueden crear o utilizar manualmente en un sistema de software de gestión de inventario. Los SKU suelen ser únicos en cada empresa y se utilizan principalmente en operaciones internas para supervisar las existencias, las compras y el inventario.
Una vez creado el código de barras, solo hay que imprimirlo con una impresora común de inyección de tinta en una hoja de etiquetas. Para el proceso de impresión, se recomienda contar con impresoras térmicas en lugar de impresoras láser, ya que las primeras son más baratas, su mantenimiento es más sencillo y tienen una duración superior; aspectos clave que no hay que obviar si se van a imprimir miles de códigos de barras.